Solos estando juntos

Tenemos que comenzar este artículo diciendo que no creemos que la tecnología sea mala, de hecho ha sido de gran ayuda e importancia sobre todo en este siglo, ya que ha avanzado, como diría una canción, a pasos de gigante. Qué sería de nosotros si no tuviéramos electricidad, o si no existieran los autos, o los aviones, si no se hubiera encontrado la cura y tratamiento para tantas enfermedades; sin embargo, como dice el refrán, todo lo bueno en exceso es malo.

He aquí una figura que nos hará entender el porqué, y nos ayudará a introducirnos al tema planteado.

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Empecemos hablando del televisor, el papá en la figura se ve muy contento acompañado de sus hijos y abrazando a su esposa mientras ve TV, pero seamos realistas, ¿a qué familia la televisión sirve para unirlos más? Que el televisor sea un medio de entretenimiento y para mantenerse informado de lo que está pasando en todo el mundo, eso está claro, pero de allí a que lleve a la unidad familiar como quería hacernos creer una publicidad, es muy diferente. Una profesora nos dijo en una clase que lo peor que puede hacer una familia es poner un televisor en el comedor, ya que elimina toda posibilidad de diálogo.

Actualmente el tiempo de convivencia familiar está siendo afectado por el mal uso de las tecnologías de información, ya sea los celulares, los videojuegos, las computadoras, etc. La cercanía con la familia se ve reducida por la tendencia actual de estar siempre conectados por medio de sus celulares o por la idea de mantener ocupados a los niños dándoles así aparatos electrónicos para que se distraigan.

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La otra vez tuve que hacer un trámite y observé que las madres que entraban con hijos pequeños automáticamente les daban algún aparato electrónico, ya sea un PSP o un celular, para que ellos se distraigan y no molesten, ¿cuál es el mensaje subliminal que transmiten las madres a los hijos?

Y es que muy aparte de favorecer al consumismo y los daños psicológicos que puedan causar los juegos violentos, se está aislando a los niños, cada uno en una burbuja por la cual no se pueden interrelacionar.

¿Y cómo serán estos niños cuando crezcan?

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No es de extrañarse que sean unos jóvenes súper-tecnológicos, como vemos en la fotografía, las personas están sentadas al costado de otras, fácilmente pudiendo conversar, pero no, están utilizando sus smartphones.

Se podría objetar que también con estos aparatos existe comunicación, pero hay que tener en cuenta que no estamos hablando de una comunicación natural; que la comunicación que se está perdiendo es la que se da cara a cara. Según el psicólogo Albert Mehrabian, actualmente profesor emérito en University of California, Los Ángeles, solo el 7% de la comunicación son las palabras, lo que se dice y que se puede transmitir en lenguaje escrito, el 38% de la comunicación se da mediante el tono y las inflexiones de la voz y que el 55% restante son los gestos y las posturas que se tiene al hablar.

Siendo esto así, ¿por qué al tener oportunidades para hablar cara a cara preferimos mirar al teléfono?¿será cuestión de moda?¿o nos estamos volviendo unos tecno-adictos?

Existen personas que se encuentran obsesionadas con el internet, y no pueden controlar su  uso, poniendo así en riesgo su trabajo o estudio y sus relaciones sociales, hay que tener en cuenta que las adicciones causan una tendencia al aislamiento, falta de comunicación y agresividad, sin mencionar el bajo rendimiento escolar o laboral; es cierto que este abuso está relacionado con algunas variables psicosociales como la vulnerabilidad psicológica, los factores estresantes y el poco apoyo familiar y social, pero no son solamente factores como estos los que llevan a la adicción, en muchos casos esta se da simplemente por el uso excesivo del medio.

imagen4Aún no hemos mencionado los mundos virtuales que hay en el internet; en estos espacios cibernéticos, los usuarios se crean un perfil con un avatar para poder interarctuar entre ellos. Hay que tomar en cuenta que, muy aparte de las malas influencias que estos puedan ocasionar, son altamente adictivos ya que la persona se escapa por un momento del mundo real para ir a un mundo en el cual uno puede crear una falsa identidad; esto es una especie de paralelo con la película Avatar, en la cual el protagonista ya no sentía que pertenecía a su mundo, sino al de los ávatars y cada vez quería pasar más tiempo allí, hasta que se desconectó totalmente del mundo real.

Pareciera que estamos en una época en la que las personas se preocupan más en el tener material, tener el nuevo televisor, los nuevos videojuegos, los smartphones que son cada vez más comunes, nuevas computadoras, en fin, y es que cada vez la tecnología cambia tanto, como también aumentan nuestras ansias de querer tener más, lo último, lo mejor, que nos olvidamos que el tener estos aparatos no es un fin en sí y que en el ámbito del tener, el tener material es el más pobre de los teneres. Estamos ante una sociedad de consumo, donde las personas además de querer tener todo lo posible y lo mejor, ven a sus semejantes por la ropa que lleva, los zapatos que usa, el peinado, los lentes, reloj, celular, laptop, entre miles de cosas más que lleva consigo.

Esto lleva a preguntarnos: ¿Por qué nos hemos vuelto tan materialistas?¿qué ha hecho que las personas se preocupen tanto por cómo son vistas?¿cómo nos hemos olvidado que las cosas son solo eso, cosas, que nos ayudan en la vida cotidiana, pero que no nos dan un valor como personas?¿cómo es que dejar de atender una conversación por alguna alarma del celular; comer frente a un televisor o pasarse horas haciendo nada en la computadora se ve como algo normal?¿por qué se van perdiendo poco a poco valores como el respeto por los demás, y por uno mismo, la humildad o la prudencia?

Aquí tenemos algunas pistas de las posibles respuestas:

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Llegado a este punto se podría pensar que somos ambientalistas, acérrimas filántropas o psicólogas; pero no, somos futuras administradoras de empresas y por tanto sabemos muy bien que las empresas tienen como condición necesaria la generación de utilidades, y para lograrlo una de las cosas que se tienen que hacer es publicidad. También sabemos que una finalidad esencial de una empresa es el servicio real que se presta al cliente. Ahora bien, se ha llegado a un grado en que la competencia es tal, que los gerentes no saben qué más hacer para llegar a la mente de los consumidores, bordeando en algunos casos la línea de la ética.

Es muy interesante analizar los mensajes subliminares de algunos comerciales que nos parecerían a simple vista “normales”. Por ejemplo, el que se encuentra más arriba de Claro, pareciera que la joven está pasando un buen rato divirtiéndose en internet por su celular pero, ¿qué podrían pensar los niños que ven esta propaganda? ¿no creerían que es divertido quedarse despierto un domingo en la noche? ¿o que está bien que sus papás piensen que está durmiendo mientras que usa el celular? ¿o que deben tener un celular con internet para poder conversar con sus amiguitos que probablemente vean al día siguiente en la escuela, mientras se mueren de sueño por no haber dormido bien?

Okey, tal vez estos niñitos sean muy fáciles de influenciar, qué tal si analizamos el comercial de la competencia, en el cual aparecía un grupo de jóvenes en un auto conversando de lo último en tecnología, sin embargo cuando les enfocan sus manos tenían celulares antiguos, creemos firmemente que esta publicidad no estuvo destinada hacia niñitos, este comercial transmitía a los jóvenes que no se deben “quedar”, que deben comprarse un smartphone para estar a la moda, o es que en verdad somos tan ingenuos como para pensar que el mensaje quiere mostrarnos únicamente las ventajas de tener un GPS o de si existe verdaderamente la aplicación que nos dice si sabemos o no besar bien (para los que ya les entró la curiosidad https://www.youtube.com/watch?v=wy_BAnL-y_0)

Y en el caso del anuncio de los videojuegos, transmiten la idea de que en lo único que piensan o deben de pensar es en jugar y jugar, ¿no es acaso que influyen de cierta forma para que se convierta en un vicio? No es extraño escuchar a las mamás decir: ¡Ya deja de estar jugando todo el día!; y es que hay veces que los niños e incluso jóvenes no saben controlarse y se pueden pasar horas de horas con el mando en las manos.

Es muy fácil culpar solamente a las empresas con publicidades de moral distraída, pero la realidad es que existen diferentes factores que nos llevan a pensar y actuar de esta manera. Se escucha muy comúnmente que todo viene de casa, y si recordamos el ejemplo que se puso sobre los padres dando celulares o PSP a los niños al entrar a un establecimiento, se nota el porqué del dicho, también tenemos que tener en cuenta que se debe predicar con el ejemplo, ya que es un método excelente para enseñar el buen uso de los aparatos tecnológicos. Conversamos con la catedrática Cynthia Briceño sobre el tema y entre lo que nos dijo fue que recomienda a los padres educar a sus hijos en la responsabilidad y en el buen dominio de sí, y también que dependerá de qué tanto confíen en sus hijos para que les den acceso o no a estos medios; además ella opina  que a niños escolares no se les debe dar pues son aparatos innecesarios a su edad. En su rol como pedagoga nos dice que si bien la mayor parte de la formación se da con los padres, no hay que olvidar la importancia de los profesores en la formación de los niños y jóvenes.

A estos factores hay que sumar uno de vital importancia: la presión social.

imagen8Recuerdo haberme creado una cuenta en Facebook porque todos mis amigos tenían una, y llegó un momento que hablaban de cosas que yo no me enteraba. Estar abierto al cambio no es malo, no estamos en contra de la tecnología ni pretendemos hacer que las personas dejen de usarla, pero sí creemos que se necesita tener un límite. Para enterarnos más sobre el tema conversamos también con Maria Elena Arce, catedrática en la Universidad de Piura, quien nos dijo que no es que los aparatos tecnológicos sean malos sino que se tiene que aprender a controlarnos de tal manera que estos no dominen nuestras formas de actuar, debemos educar nuestra fuerza de voluntad ejercitando el dominio de uno mismo poniéndonos parámetros y no dejándonos llevar por lo que los demás hagan.

Hablamos con ella también sobre los daños que podría ocasionar el Facebook, y entre ellos encontramos la primacía de la imagen personal y la sentimental, nos dijo que esto hace que las personas sean muy egocentristas y que se preocupen mucho por ellas; comentó que en este cibermundo es muy importante tener varios likes en las fotos como si estas midieran el grado de importancia que tienen lo que publican para los demás; con esto podemos notar que existe una tendencia a llamar la atención sobre todo en los jóvenes que publican fotos en exceso y algunas de estas inapropiadas, además de las publicaciones de cada cosa que hacen que para la mayoría no tienen gran importancia.

Con respecto a los smartphones y las notificaciones, dice que generan en las personas cierta ansiedad ya que acrecientan su necesidad de estar actualizados al momento, tener todo rápido, y se les es difícil  no prestar atención a estas notificaciones, incluso cuando están conversando con otras personas o haciendo algo importante en la cual no deberían distraerse. Resaltó bastante que hay un tiempo en el que se puede manipular el celular y otro en el que se lo debería tener apagado, ya que se está perdiendo contacto con la vida y el tiempo real. Para muchos podría sonar descabellado, pero a estos los invitamos a que se den un recorrido por cualquier universidad y que abran bien los ojos para contar cuántos alumnos ven andando por allí o sentados en alguna banca con el celular en la mano.

Sería idóneo tener el poder y los recursos como para influir directamente en publicidades de medios de comunicación masivos, sin embargo esto no quiere decir que tengamos que resignarnos y ser indiferentes ante este problema. Lo que una persona (cristiana o no) debe hacer es tratar de buscar el bien; se debe intentar hacer que prevalezcan en nuestros medios los valores que se están perdiendo, se debe recuperar la visión personal de cada uno, y esto se logra, como ya se mencionó, desde casa y con las personas que tenemos alrededor, no han faltado veces en las que nuestras mamás nos hayan dicho que guardemos el celular o que nosotras se lo hayamos dicho en broma a algún amigo, y es que si no se corrige, poco a poco va a entrar en lo que se considera un comportamiento normal.

Concluimos este artículo afirmando que no es que los aparatos tecnológicos reemplacen la comunicación, y menos el contacto personal porque no pueden, ya se explicó que las palabras son muy poco de lo que en verdad se comunica, sino que son tan solo un medio que los complementa y que nos ayuda a estar más conectados con los demás.

La profesora Maria Elena terminó la entrevista diciendo: “La tecnología al servicio del hombre como medio y no el hombre como esclavo de la tecnología” y con esta frase terminamos nosotras también este escrito.

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Autores: Desireé Castro, Melissa Garma

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27 respuestas a Solos estando juntos

  1. ds7udep dijo:

    Es increíble como ahora, puedes mirar a una esquina o incluso en un paradero ,por ejemplo y todos tienen el celular en la mano!
    y el estress (!!??) que se siente cuando sabes que tu batería se va acabar!!
    Es completamente cierto!, hace un par de años atrás, vivíamos todos muy contentos con nuestros celulares básicos y no tan pendientes de ellos, hoy por hoy son parte fundamental en nuestro día y es terrible ver como todos estos aparatos son la causa de muchos quiebres en las relaciones familiares y amicales.
    Los felicito por su artículo! y prometo hacer todo lo posible por seguir su recomendación!
    Gracias.
    Sofia J. Salas M.

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Sofía, es muy cierto lo que dices, hoy en día no es raro ver a personas cruzando la pista, viajando en los carros o caminando por las calles con la mirada en sus celulares, no dudo que ya se está convirtiendo en una manía el tener el celular en la mano manejándolo en cada momento. Debemos primero tomar conciencia si es que el uso que le damos a los diferentes aparatos tecnológicos es exagerado y aprender nosotros mismos a controlarnos de manera que no influya en nuestra relaciones personales negativamente.
      Esperamos que sigas la recomendación. ¡Gracias!

  2. ds25udep dijo:

    Quería compartir con ustedes una propaganda (https://www.youtube.com/watch?v=Ag7OHQJPBRw) muy buena, que refleja de manera gráfica lo que ustedes describen.

    Si bien la tecnología nos acerca a los seres que no están cerca de nosotros, nos aleja de los que tenemos cerca; como se ve en la propaganda; debemos desconectarnos (desesclavizarnos de la tecnología) para conectarnos; desconectarnos de los medios de comunicación que nos distraen, para poder sensibilizarnos de los que pasa a nuestro al rededor .

    Este problema no sólo aqueja a la juventud, si no también a los adultos: que se «alejan», a pesar de tenerlos cerca, de sus seres queridos; a los padres, que se alejan de sus hijos, en vez de aprovechar de pasar tiempo con ellos.

    Andrea Takuma

    • ds20udep dijo:

      Es muy cierto lo que dices Andrea, a veces sin darnos cuenta, nos esclavizamos de la tecnología y olvidamos lo que es más importante en la vida; dejamos de lado la importancia del calor humano sobre todo con nuestros familiares y amigos más cercanos. El video que nos pasaste lo explica de maravilla, hay que aprender a desconectarnos para poder conectarnos; nos encantó, gracias.

  3. ds26udep dijo:

    Con cuerdo con el hecho de que a pesar de estar juntos estamos separados. Si bien la tecnología es un medio para poder llevar acabo otras actividades, nosotros la estamos poniendo como un fin en sí misma. De tal modo, que nos empezamos a sentir ansiosos cuando no tenemos batería o cuando no vemos la televisión. De alguna forma otra, la comunicación ya no es directa y se pierde ese “calor humano”. Cuando uno lee un mensaje es diferente a escucharlo y aún más si estas cara a cara con la otra persona. De algún modo, creo que puede influir el hecho de que la tecnología se ha apoderado del ambiente familiar. Un ejemplo cotidiano es que el papá/mamá/hijos llegan a casa se saludan y de frente pasan a las computadoras y al televisor, ya ni conversan sobre el día a día. Considero que es necesario mantener las conversaciones y empezar nosotros mismo a ponernos metas para no ser mal educados. Tenemos que educar nuestra voluntad y llevarla según la recta razón. No podemos ser esclavos de la tecnología.

    Tassha Rivera Guevara

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Tassha. Definitivamente empezar a educar nuestra voluntad, de forma que nos sepamos controlar y le demos un uso adecuado a nuestros aparatos tecnológicos hará que ese calor humano que mencionas no se vaya diluyendo. Deberíamos empezar a cambiar de manera drástica la rutina, de forma que al llegar a casa busquemos los momentos para acercarnos más a nuestra familia de forma directa, dejando de lado la televisión, los celulares, las computadoras, etc.

  4. ds14udep dijo:

    No es común ver tantos jóvenes e inclusive padres pegados al celular. Si bien la publicidad los promociona como aparatos que nos permiten estar más cerca, realmente no lo es. Nosotros mismos debemos hacer un correcto uso de este y no depender de estos.
    Es cierto que se está perdiendo una comunicación con la familia, este distanciamiento origina que los padres muchas veces no se enteren de nuestros problemas, de lo que nos pasa. Creo que para vencer esto se debe establecer actividades en conjunto, como salidas al teatro o al cine, ser más independientes de la tecnología, además de proponernos recuperar esa relación más estrecha con los padres.
    Muy interesante su artículo.

  5. ds14udep dijo:

    María Flores Ruiz

    • ds20udep dijo:

      Gracias Ximena, tienes mucha razón cuando dices que somos nosotros los que debemos hacer un buen uso de estos aparatos, y que no debemos depender de ellos; hay que recordar que las nuevas formas de comunicación son medios y que somos nosotros quienes les damos un uso positivo o negativo. La cuestión es, como tú dices, ser conscientes de ello para poder hacer que estos aparatos nos den un plus, que sumen a nuestras relaciones, y no que las destruyan. Muchas gracias por tu comentario.

  6. ds3udep dijo:

    Muy bueno el artículo. Considero como conclusión de lo leído dos herramientas básicas para afrontar este problema que se va expandiendo cada vez más desde un microbus hasta una mesa con amigos. La primera es educar el juicio que tenemos cada uno y el de los demás, especialmente el de los más pequeños que son más sumisos y a quienes se les puede influenciar rápidamente. Enserñarles a diferenciar entre lo necesario y lo superfluo y las consecuencias buenas y malas que puede traer a nuestras vidas. Y segundo el dar el ejemplo, es cierto que nosotros los jóvenes tenemos un contacto casi adherido a la tecnología. Lo mejor que podemos hacer cuando estamos en algún lugar en grupo ya sea con amigos o familiares es respetar a los demás, disfrutar el momento, conversar, interactuar. Y por qué no pedir a nuestros amigos que por favor dejen el celular o cierren el facebook, es una pequeña llamada de atención para el bien de ellos y de los demás.

    Almendra León Lira

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Almendra. Como bien dices, debemos de educar nuestro propio juicio y a la vez apoyar a los que están en plena formación para que sepan diferenciar muy bien que lo que hace la mayoría no necesariamente es lo correcto, de forma que sepa medir sus acciones y ser prudente en todo momento, hasta en usar los aparatos de última tecnología. Además nosotros mismos debemos de empezar a «predicar con el ejemplo», de manera que podamos aconsejar a nuestros familiares y amigos para que no se dejen dominar por la tecnología. Gracias.

  7. ds3udep dijo:

    Como bien sabemos, vivimos en una sociedad de consumo, donde las personas buscan querer todo lo posible y que inconscientemente somos nosotros lo que generamos una necesidad de actualizarnos en todo momento. Si bien, los medios de comunicación, y en sí las redes sociales nos ayudan a estar en contacto con personas lejanas, ubicarnos, capturar momentos especiales y muchas veces hacernos compañías cuando nos encontramos solos; creo que depende de cada una de las personas, saber dar el espacio indicado. Es tarea de todos (padres de familias, profesores, amigos y la sociedad en sí) aprender a priorizar, tomar conciencia y disfrutar cada momento que pasamos con nuestros familiares, compañeros y/o amigos, ya que, finalmente lo que vale es la persona y no por «cuanta tecnología tengas». Este artículo me pareció muy interesante y nos deja mucho por pensar.

    Kelly Montero Vizarreta

    • ds20udep dijo:

      Gracias Kelly, tienes mucha razón, las personas no vale por la cantidad de tecnología que traigan consigo, y en esta sociedad, como tú misma mencionas, consumista, es importante no perderlo de vista. Estamos también de acuerdo en que tenemos que saber priorizar, la tecnología es muy importante en algunos momentos, pero hay otros en los cuales debemos saber desconectarnos. Gracias por tu comentario.

  8. ds30udep dijo:

    En la relación objeto – usuario, el conflicto estará en el uso que haga el usuario del objeto ; el consumo de ocio y diversión no es algo malo, el problema es cuando uno es consumido por los mismos. La tecnología es una importante herramienta para la comunicación e información, pero dañina cuando uno se torna dependiente de esta o del mundo virtual con el que viene incorporado.
    La primera imagen representa muy bien el problema, buen articulo!
    Carlos Sejuro

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Carlos, es cierto, el problema no es la tecnología en sí, al contrario es muy buena y nos ayuda un montón en diferentes aspectos, el punto es el mal y exagerado uso que se le da a esta. Existen momentos de ocio que debemos de tener cada uno ya que como uno sabe no todo es trabajo ni estudio, pero sería bueno que en esos tiempos variemos las actividades que hagamos, y no que dediquemos todo el tiempo en jugar videojuegos, ver la televisión, estar frente a la computadora o celular, la idea es diversificar las actividades e inclinarnos más por las que enriquecen nuestras relaciones sociales.

  9. ds33udep dijo:

    Es muy interesante el tema desarrollado. Esa muy cierto que la tecnología nos aleja cada vez más de los seres que están a nuestro alrededor y a lo que más deberíamos prestar atención. La tecnología aporta tanto cosas positivas como negativas pero no debemos dejar que las negativas dominen. Uno de los grandes problemas son las redes sociales ya que estas no siempre son algo positivo en nuestro desarrollo personal puesto que hay cierto tipo de actividades que se promueven con las publicidades como lo son el alcohol, los cigarros, etc.
    Para detener esto se debe empezar por casa, si es que los padres no están ahí para enseñar como deber ser el uso adecuado de la tecnología, todo está perdido.

    Paola Elías Delta.

    • ds20udep dijo:

      Sí Paola, la tecnología nos puede ser tanto positiva como negativa, lo importante es aprender a darle un uso correcto para hacer así que sume a nuestro desarrollo como personas y como individuos de la sociedad a la que pertenecemos. Resulta innegable la importancia que tienen los padres en la formación de los hijos, sobre todo si son niños, pero tampoco hay que olvidar a las demás personas que influyen en nosotros, pueden ser profesores, familiares, hasta amigos, como mencionamos en la lectura; y cuando uno ya tiene la edad suficiente para discernir o al menos vislumbrar entre lo correcto y lo incorrecto, nosotros mismos podemos corregirnos, teniendo el suficiente autocontrol para no usar los aparatos tecnológicos cuando no debamos. Gracias por tu comentario.

  10. ds5udep dijo:

    Concuerdo con ustedes ya que ahora uno va a algún lugar y la mayoría tiene celular en mano, es increíble ver como el dialogo se va perdiendo. El otro día estuve en un restaurante y vi como una joven con su mamá llegaron, todo el rato la joven estuvo con su celular riéndose y la madre solo miraba, era como si fueran desconocidas. A que punto hemos llegado? Sentimos que en cierto modo la tecnología nos domina en vez de nosotros saber controlarla pero no…ahora nuestra manía quizás es ver nuestro celular cada 5 minutos para ver si hay algo nuevo a pesar de que ni ha sonado. Somos conscientes de lo que está sucediendo, cada vez hablamos menos con nuestra familia por estar «pegados» al celular pero bueno ya es hora de QUERER hacer algo para evitar este daño.

    Sandra Chamochumbi Minaya

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Sandra. Es tan cotidiano ver esas situaciones actualmente, y son esas justamente las que nos hacen dar cuenta que talvés nosotros hacemos lo mismo y debemos empezar a cambiar de actitud. Disfrutemos los momentos que estamos junto a nuestra familia y amigos ya que eso hará que el lazo se una y se fortalezca cada vez más, y busquemos que el tiempo compartiendo ideas, aconsejando o riendo con las personas, sea mayor que el tiempo dedicado a estar manejando los aparatos tecnológicos. ¡Gracias!

  11. ds26udep dijo:

    Estoy de acuerdo con el artículo. Además de estar muy bien estructurado toca puntos muy importantes sobre éste tema. Como se dice, la tecnología es una herramienta muy útil en el día a día, tanto para el trabajo como para el estudio; lo malo de ésta es que tiende a esclavizar a las personas y a volverlas completamente dependientes hasta llegar al punto en que no puedan despegarse de sus aparatos electrónicos.

    Me acuerdo que cuando era niña, mis amigas y yo jugábamos a las escondidas, a las chapadas, saltábamos soga, jugábamos voley y muchas otras cosas para jugar y divertirnos; y de verdad, «jugábamos». En cambio ahora veo a mi hermano de 8 años pidiendo un iPhone por su cumpleaños, un iPad para poder jugar Angry Birds y un PlayStation 4 para jugar Call of Duty (a pesar de que ya tiene un wii). ¿A qué hemos llegado?

    A mi me parecía divertidisimo poder quedarme en la casa de mis amigas hasta las 6 pm los viernes después del colegio, ahora cada vez veo que los niñitos se juntan menos para jugar, porque prefieren jugar un partido de FIFA «online». La tecnología ayuda mucho, si es cierto; pero también desune y «descomunica», es tarea de los padres y de los propios profesores educar a los niños desde pequeños para que no tengan esta tendencia consumista y tecnológica, que lamentablemente es guiada por la agresiva publicidad que muestran TODAS las marcas para atraer a su público, si ésta educación no se inculca desde que son pequeños, entonces… ¿Cómo serán los regalos en 10 años?

    Gabriela Villata

    • ds20udep dijo:

      Ni nos imaginamos sus regalos en 10 años, pero lo que sí sabemos es que si esta tendencia continúa, los niños van a ser menos sociables. Nosotras también recordamos jugar con nuestras amigas correteando por toda la cuadra y regresar cansadas a nuestras casas pero con ganas de habernos quedado un ratito más. Estos juegos, no solo eran buenos para nuestra salud, sino también para conocer a otras personas, hacer más amigos y para expulsar la energía con la que muchos niños no saben lidiar, terminando generalmente en agresividad.
      Este es un tema muy serio, al cual los padres y los profesores deberían prestar atención, y claro, citando parte de tu último párrafo, si esta educación no se inculca desde pequeños, entonces… ¿cómo serán esos niños en 10 años?

  12. Estoy de acuerdo con su punto de vista. Hoy en día uno puede sentirse incómodo si es que el celular esta sin batería o cuando se le acaba el Internet en el mismo. Es realmente difícil hacer que las personas no sean esclavas de la tecnología. Pienso que para eso deben hacer uso de la razón, la cual muchos tienen sesgada por la misma tecnología. Hace unos meses me encontraba en la «necesidad de cambiar un celular» y no fue hasta no encontrar uno que no se ajuste a mi presupuesto que me di cuenta de que en realidad no lo necesitaba, sino que tenía el afán de querer el último modelo.
    Desafortunadamente muchos niños, y jóvenes, no tienen el hábito de usar la razón para discernir entre querer y necesidad, y esto puede desembocar en una sociedad superflua.

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Luis Felipe. Creemos que si bien es difícil hacer que las personas tomen conciencia de sus actos y se auto controlen inmediatamente, pueden ser ayudadas por quienes si han tomado conciencia de este problema y saben las consecuencias negativas que puede traer el ser esclavos de la tecnología.

  13. ds19udep dijo:

    Muy interesante artículo. Más de uno ha debido sentirse identificado con algunas posturas acá descritas. Es un hecho que el mal uso de la tecnología nos está aislando poco a poco y somos totalmente conscientes de ello. Durante mi niñez yo practicaba mucho deporte y no recuerdo haber tenido un teléfono celular propio. Los niños de esta última generación, ya desde muy pequeños, manejan a la perfección todo tipo de dispositivo tecnológico con mucha más facilidad que un adulto, pero a la vez realizan menos actividades al aire libre. Incluso, si se reúnen entre amigos es para juntarse y ver una misma pantalla. Es cierto, creo que nadie puede declararse enemigo de la tecnología porque nos ha abierto un mundo de posibilidades en muchos aspectos, sin embargo a nivel social creo que aún nos tenemos que adaptar bien a esta nueva generación y no permitir que, tal como lo mencionó la profesora María Elena, nos convirtamos en esclavos de la tecnología.

    Carolina Miranda Rojas

    • ds20udep dijo:

      Es muy cierto lo que dices Carolina, nosotras tampoco teníamos celular de niñas, y es que no lo necesitábamos, íbamos felices correteando de un lado para el otro con nuestras amiguitas, y parece que es eso lo que se está perdiendo. Esta nueva generación es más rápida con la tecnología pero más lenta en la socialización, los niños no salen a jugar con sus amigos por quedarse en casa jugando Wii o Nintendo, los jóvenes prefieren conversar mediante una pantalla que de cara a cara. En esta sociedad superficial y consumista tenemos que parar un momento y ponernos a pensar si en verdad estamos aprovechando bien la tecnología o estamos siendo sus esclavos. Gracias por tu comentario.

  14. ds1udep dijo:

    Es verdad en cuanto a los cambios tecnológicos y los nuevos hábitos que estos producen y se están generando con el transcurso de los años, estoy muy de acuerdo que es un problema que se esta generalizando sobre todo en los jóvenes a tal punto de afectar la convivencia familiar. Ante ello se me genera una pregunta ¿En estos tiempos será necesario que nos eduquen para poder controlarnos y saber medirnos?. Me da la impresión que sí y será necesario con el transcurso de los años si se agravan los efectos y debe ser de una labor primordialmente de los padres de combatirla.
    Paulo Macedo

    • ds20udep dijo:

      Gracias por tu comentario Paulo, como comentas este es un problema que tiene efectos en la convivencia familiar, que si no se controla y se educa el buen uso de los aparatos tecnológicos, seguirá aumentando. En primer lugar están los padres, los cuales tienen el deber de saber educar a los hijos en la responsabilidad, poder de control sobre sí mismos, aprender a discernir entre lo necesario y superfluo, entre otras cosas, que le asegurará de cierta forma que el hijo sabrá dar un correcto y buen uso. Luego están los educadores que pueden aconsejar a los menores y corregirlos con el fin de que no se altere la convivencia con los demás.

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